La Escuela de Matilla iluminó la noche con su gala folclórica en honor a nuestras Fiestas Patrias, donde cada curso llevó al escenario un pedacito de Chile. Con la gracia de la cueca central y nortina, la fuerza de la diablada y la magia de un cuadro inspirado en la zona sur y Chiloé, los estudiantes hicieron vibrar de orgullo a sus familias y a toda la comunidad.
El público acompañó con emoción cada presentación, reconociendo en cada paso de baile y en cada gesto la entrega de las familias, que con esfuerzo y amor confeccionaron los trajes, y la dedicación de los niños y profesores que hicieron posible este encuentro.
En representación del alcalde Iván Infante Chacón, el jefe del DAEM, Pablo Espinoza, junto a parte del cuerpo de concejales, compartieron la alegría de una noche que también incluyó la inauguración de la feria gastronómica, donde los sabores típicos, empanadas, sopaipillas, papas fritas y chocolate caliente, fueron protagonistas de un abrazo comunitario en torno a la chilenidad.
Una velada que nos recuerda que la patria late más fuerte cuando la vivimos unidos, celebrando con orgullo nuestras raíces y sembrando en los niños el amor por Chile.
